En este encuentro se desmontaron algunos mitos, entre ellos que los quesos, en realidad, combinan bien con los vinos tintos. Muy al contrario, se comprobó que la frescura de estos blancos y su bien equilibrada acidez, en combinación con los quesos, limpia el paladar, refresca y permite reafirmar las virtudes y cualidades organolépticas de los quesos.
Por parte de la D.O. Ca. Rioja se presentaron siete vinos, desde jóvenes a fermentados en barrica y con evolución en botella. Por parte de los quesos del País Vasco se presentaron siete elaboraciones de quesos muy singulares procedentes de leche pasteurizada y cruda de vaca, oveja y cabra.
Los primeros en cogerse del brazo fueron Don Jacobo 2014, con queso Fraisoro; siguieron Amaren Fermentado en Barrica 2014, con queso Gutizia; Baigorri Fermentado en Barrica 2014, con queso Pikuneta; Martínez Lacuesta Fermentado en Barrica 2014, con queso Basondo; Abando Fermentado en Barrica 2013, con queso La Leze; Viña Albina 2014, con queso Txapalak y cerraban la cata, Hacienda López de Haro 2014, con queso Laktikok.
El País Vasco cuenta con una larga tradición de quesos artesanos, que representan uno de los alimentos más antiguos de su población. Incluso a los pastores se les atribuía poderes mágicos y, con el queso consagrado, se prometía la curación de las enfermedades.
En la actualidad se elaboran todo tipo de quesos, empezando por quesos de leche cruda de vaca, que se unen a los más conocidos de leche de oveja “latxa” y a los muy novedosos de leche pasteurizada de cabra de coagulación láctica.
Grandes quesos del País Vasco y grandes vinos blancos de Rioja. Resultó una combinación perfecta.